El programa promueve cambios de dudosa legalidad y poco favorables para los
profesionales y los pacientes.
Se atribuye al Personal de Servicios Generales —que no son profesionales
sanitarios— funciones de evaluación de riesgos o síntomas, que no les
corresponden y que no deben realizar en ningún caso.
El XIDE es un sistema de triaje, algo que resulta impropio en la atención ordinaria
de los centros de salud.
El Consello ya dirigió, el 29 de diciembre, un escrito al conselleiro de Sanidade y a
la gerente del Sergas, en el que se exigía la retirada inmediata del plan. Casi dos
meses después no se ha recibido ninguna respuesta, ni siquiera acuse de recibo.